viernes, 31 de julio de 2009

No Lloro Yo Por Llorar




No lloro yo por llorar
sino por hallar sosiego,
mi llorar es como un ruego
que naide quier' escuchar,
del ver y considerarla triste calamidá'
que vive la humanidá'
en toda su longitú';
l'escasez de virtú'
es lo que me hace llorar.

Ayer, buscando trabajo,
llamé a una puerta de fierro,
como si yo fuera un perro
me miran de arrib' abajo,
con promesas a destajo
me han hecho volver cien veces,
como si gusto les diese
al verme solicitar;
muy caro me hacen pagar
el pan que me pertenece.

No demando caridá'
ni menos pid'un favor,
pido con mucho rigor
mi derecho a trabajar;
yo quiero ganar mi pan
mi harina y mi ají picante;
con su sonrisa farsante
me dicen con voz postrera
que al llegar la primavera
puede ser que haiga vacante.

Así me pasan los días,
uno sobre otro en las mesmas,
veo que llega cuaresma,
una mas y otra enseguí'a;
le ruego a San Jeremías,
le prendo vela tras vela,
más sordo que l'entretela
se burla de mis quebrantos;
si no me conduel'el santo,
¿quién quiero que se conduela?

No pierdo las esperanzas
de que'sto tenga su arreglo,
un día este pobre pueblo
teng' una feliz mudanza:
el toro solo se amansa
montándolo bien en pelo;
no tengo ningún recelo
de verle la pajarilla
cuando se dé la tortillal
a vuelta que tanto anhelo.



Violeta Parra

martes, 28 de julio de 2009

Alma


Yo no le pedí que me amara, sin embargo lo hace.
Él ve en mi lo que yo nisiquiera llegó a percibir,
a veces incluso creo que son mentiras, algo producto de su imaginación,
pero veo en sus ojos su sinceridad, y en su voz la convicción de sus palabras.

Él me tomó, con todos mis grandes detalles, con mis complejos,
con mis necesidades, con mis temores, con mis impaciencias, mis incomprensiones,
mis cariños, me tomó entera, cada pedazo de materia, cada pedazo de idea.

Yo no le pedí que me quisiera, sin embargo lo hace.
Me hace sentir alguien, me hace sentir persona.
Él me cuida en sus brazos, me habla con sus labios;
él busca mi atención, con personajes de ternura, de enojo, de locura;
me pide miradas, suspiros y unas alas.

Y compartimos por las tardes, pedacitos de alma.

sábado, 25 de julio de 2009

Violencia Se Vende


Constantemente estamos escuchando, viendo cosas sobre violencia, la cual se presenta de muchas formas, en distintos lugares, en diferentes circunstancias. En realidad, ya llega a hacer pan de cada día, nada tan importante, nada que ya valga la atención.

Pero el otro día, me tocó presenciar, en vivo y en directo, la violencia gratuita. Fue algo que seguramente pasa todos los dias en el mismo lugar, pero no dejó de impactarme y de sentir una profunda angustia.

Caminaba por S.Centro, dejando atras un "paseo" muy concurrido, cuando derrepente escuché unos gritos. Una pareja caminaba por el paseo, y un señor de quizas unos 50 años los topó. El joven caminaba abrazando a su pareja por detras, y cuando sintió el empujón del caballero, le gritó que tuviera cuidado conchatumadre! Ya estaban a una distancia prudente, pero aun así, al escuchar estas palabras el caballero (que de caballero seguramente no tenia nada), empezó a gritarle un par de cosas al joven, pero este ya habia dado media vuelta y no lo seguia pescando. El cincuentón no se conformó. Mientras le seguia gritando empezo a acercarse más y más hasta llegar a la pareja, y cuando llegó lo suficientemente cerca, le propinó un golpe en la cabeza al muchacho. Este reaccionó de inmediato, se apartó de su pareja, y soltó que te pasa conchetumadre! y otras madres más. Seguieron unos empujones por ahí y otros por allá hasta que el joven decidido le pegó en todas "sus partes" al más viejo y ahí quedo todo. Siguieron con sus palabrotas, pero cada uno tomaba sus caminos.

Se que esto es mínimo, que ni comparación tiene con quizas miles de atrocidades que ocurren a diario en todas partes, pero me sentí en esos momentos sin esperanzas, preguntadomé ¿Por qué?

Es como un especie de odio, de ira que llevamos con nosotros sin razón alguna, y la lanzamos a quien se nos de la gana, al primer conchetumadre que se nos ponga por delante.

martes, 21 de julio de 2009

Corazón con Agujeritos


Tengo el corazon con agujeritos

Y no me lo puedo curar

Se me está muriendo de a poquito

Con cada dolor, se muere más.

jueves, 16 de julio de 2009

Cuentame


A veces, muchas veces, me dan unos deseos de crecer. De salir, de cambiar de ciudad, de costumbres, de alejarme de las personas que me han acompañado desde mis primeros dias de vida, y de otros tantos que no son tan viejos.


Pero otras veces, quisiera ser niña por siempre, y ser más niña aun de lo que soy.

El otro día tuve que hacerme un examen de sangre (¡Y cómo me dan miedo esos examenes!), el cual duraba una hora. Me sacaban una muestra, esperaban una hora y me tomaban otra. Durante esa hora, yo estaba acostada en la camilla, con la aguja en el brazo (mi curiosidad me gano y gire mi cabeza para ver como lucía), y una dama vestida de blanco le pregunto a mi madre, que estaba en la sala de espera, si queria entrar a hacerme compañia. Mi madre no lo pensó dos veces y entró. Se quedo sentada a mi lado y me preguntó si queria leer algo. Había una mesita llena de libros, libros infantiles. Me pasó uno sobre "los sentimientos" y me aburrió.

Entonces ella empezó a leer otro, uno que pertenecía a una colección de libros de "¿Por qué?".

Y entonces sin querer, empezo a leerlo en voz alta, y yo me quede atenta escuchandola. Era como revivir aquellas noches donde no queria dormir. Deseaba que el día nunca terminara porque durante la noche siempre pensaba que llegaria un ladrón a mi casa. Antes de acostarme, sacaba de mi mueble al menos unos 15 cuentos para que mi madre los leyera, y así lo hacía, hasta que el cansancio empezaba a hacerle efecto y solo pronunciaba monosílabos.

Bueno, volviendo al otro día, ahí estaba ella, otra vez, leyendome y yo escuchandola atenta, la miraba con cariño, queriendo quizas que ese momento aun no acabara. Ella pasaba cada hoja tan rápido, y yo solo queria que se demorara. Pero lo terminó. Sin embargo, ¡había otro!, yo estaba tan contenta.

No alcanzó a terminarlo. Ya había pasado la hora, y teniamos que irnos.

La hora de los cuentos, habia termiano, por ahora ...


martes, 7 de julio de 2009

Fui una Helga


Que suerte la mia haberme topado una de estas noches con los recuerdos de mi infancia. Sintonicé aquel canal de televisión que en realidad ya poco tiene del canal que conocí. Yo no paraba de ver los programas de Nickelodeon. Uno de ellos era "Hey! Arnold".


Entonces decidí esa noche quedarme viendolo. El capítulo que me tocó ver, era aquel en que Helga trata de conseguir esa minúscula gorrita azul de Arnold para la "escultura(formada por gomas de mascar que alguna vez han pasado por la boca del chico)" que tiene escondida en su armario. En este, y en practicamente todos los capítulos de Hey! Arnold, Helga presenta, para mi, un cierto amor desesperado, a ratos obsesivo, ingenuo, primeriso y sobre todo encantador.

Ella atesora cada detalle perteneciente al chico cabeza de balón. Se emociona cuando le habla, cuando camina, cuando sonrie, cuando llora, lo emociona todo de él. Sin embargo ella lo oculta. Obvio, no quiere que su amor platónico se entere de su secreto.

La cosa es, que pensaba mucho en Helga, y lo parecida que quizas fui. Cuando era pequeña, o incluso hace 6 o 7 años atras.

Cuando me gustaba un chico, decia amarlo. No era cierto claro, pero en ese tiempo, para mi era real, y era con quien queria pasar toda mi vida. Soñaba, pedia a Dios que aquel chico me mirara, que se interesara en mi, que me hablara, que yo también le gustara.

A estas alturas me da tanta risa, y tanta tranquilidad a la vez. En aquellos tiempos, muchas veces lloraba, diciendo que seria imposible olvidar a ese chico, que lo amaria por siempre, y luego pasaron por mi vida unos 2 o 3 o 4 o no sé cuantos más.

Pero ahora ya no.

Ahora, ahora de verdad me he enamorado, y siento que las nubes me han llevado con ellas, y que nadie me borra la sonrisa de la cara.

sábado, 4 de julio de 2009

Dulzuras


Luego de ver drama, tristeza, oscuridad, y una serie de eventos escalofriantes, necesito dulzura.

Cualquier dulce, para despejar mi mente de tan negras imagenes.

Sola, en alta rama, enrojece una dulce manzana.
Alto, en lo más alto, inadvertida a los recolectores.
No, no inadvertida, es que no pudieron alcanzarla.



Safo.

miércoles, 1 de julio de 2009

Como Siempre De Ti


Soñaba despierta, contigo por supuesto.
Por un momento yo estaba en tus brazos, otra vez.
Sentia tus manos rondar por mi cuerpo, y yo miraba tu rostro,
tratando de besarte, buscando alguna excusa.

Yo queria quedarme en tus ojos. Queria ser quizas absorvida por ellos,
para llegar a lo más profundo de ti.
Esos ojos amor mio. Esos ojos que tu tienes, pero soy yo lo que lo siento.
Atraviesan mi alma, de una forma tan poética.
Se siente casi que daña, porque en ellos veo reflejada,
aquella distancia tan repudiada, pero también aquella humanidad,
que hace que cada noche viaje hacia tu recuerdo.

Pero no solo soñaba con tus ojos.
Soñaba también con tus besos.
Nos imaginaba en cualquier lugar, pero besandonos.
Haciendo esos momentos eternos. Para mi eran eternos,
y era la primera vez que la eternidad me parecia amable.
Al final solo juntabamos nuestros labios, y nos quedabamos ahí,
esperando nada, no queriendo nada más que estar juntos.

Pero amor era un sueño,
y la realidad pega, como nunca antes, su cruel bofetada.