Adan se dormia a proposito todas las santas noches,
cada vez más temprano y hasta tarde, para soñar siempre el mismo sueño.
En realidad habian pasado varios años y el jardin daba pena. Hasta que Dios,
harto del asunto -aunque quizas tambien algo conmovido por la mala suerte de esa criatura
que le habia estado ayudando desde entonces con los nombres de las cosas-,
le arranco el sueño del cuerpo y se lo dejo como una flor palpitante entre las sabanas.
Estaba seguro que ahora si lo haria feliz y que se lo iba a agradecer In Aeternum,
que asi volvieria a hablarle y a trabajar por su paraiso en la tierra. Pero Adan esa misma noche,
mientras soñaba profundamente aquel unico sueño que tenia, sufrio un fulminante ataque al corazon y no pudo despertar ya nunca mas para ver ...que enroscada a el ..poe fin ...
estaba durmiendo, fragante y desnuda, Eva ...
Luis Correa Diaz
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