La llamada había sido desvatadora. Menos mal que tenía planes, menos mal que podría salir. De todas formas me arrastré por la cama. Me retorcía y gemía. Lloraba como una loca, como si me hubieran matado de pronto ...lento, muy lento. Pero me levanté, lave mi cara y puse llaves a la puerta. Seguía ahí, saben que seguía ahí.
A pesar de la tormenta interior, a fuera reinaba el calor. Sería un día de enero en pleno marzo. El taxi tuvo que tomar el camino largo y aproveché de recordar viejos paisajes.
Paradero. Poca locomoción colectiva. Más allá la calle está cerrada. Por fín despues de años se les da un entierro justo a los campesinos de Lonquén, víctimas del asesino general.
Ninguna micro, pero pasa un colectivo. Lo tomo. Me sorprendo por la amabilidad del chofer. Por lo general siempre pareciera que una mosca los anda rondando. El viaje se me hace corto, pero nostalgico. Pienso en él, sin quererlo, sin esperarlo, pienso en él. Hasta me río de mi misma al encontrarme pateticamente cantando una vieja canción de Chayanne, de esas cauticamente cursi.
Paramos, casi llegando a mi destino. A uno de mis destinos. A mi costado, un montón de mujeres trabajadoras, de esas temporeras. Una de ellas se despide de las demás y se sienta a mi lado. Siento un olor. Analizo. Relaciono. Entiendo. La mujer, a mi parecer, olía a cloro y a perejil. Les parecera extraño pero ese no es un olor desagradable para mi. En un solo segundo pensé que me volvía niña y que mi nana estaba al lado. Tenía el cloro impregnado por los constantes aseos de la casa, y el perejil por las horas de cocina. Era más que una nana, era parte de mi familia, era una amiga, casi una mamá. Y aunque la señora que estaba a mi lado no fuera ella, tuve unos deseos inmensos de abrazarla con fuerza, de apoyarme en su hombro y largarme a llorar.
1 comentario:
Siempre recuerdas tu infancia... es bastante lindo, pero tengo una pequeña curiosidad.
Que cancion estabas cantando, de casualidad... te pido perdon??? nooo, esa que dice ... ¿y si nos quedara poco tiempo jajajaja....
Ya te lo he dicho... no nades en el pasado...
BESOS. CAHO
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