miércoles, 19 de enero de 2011

Conmigo

No sabía cómo empezar.
Quizá aún no lo sé.
Solo quiero dejar correr sentimientos,
que la luna en la ventana signfique más que materia,
que vuelva a ser musa de Romeos,
y por qué no de Julietas.

Me pregunto, ¿será prudente insistir con esto?
Tu no lo sabes, seguramente ni te lo imaginas.
Ahora esperas otros besos, otras caricias,
cuando existieron aquellas tardes, donde solo querias las mias.
Tardes, noches, llenas de promesas, que jamás debieron decirse.

La buena intención no alcanza.
Después de todo, son solo palabras,
hermosas y esperanzadoras en su momento,
pero que hoy son dagas que profundizan heridas.

Yo te quería para la vida,
te quería llorando, riendo y encantando;
te quería lejos, cerca, pero te quería conmigo;
te quería silencio, o divertido, pero te quería aquí,
conmigo.