jueves, 7 de agosto de 2008

Sin

Dejenme decirles, que ya son muchas las lagrimas derramadas
son muchas las horas de desvelo sin causa.
Tu aliento que alguna vez rozo mi rostro con ternura,
ahora es lejano y ciego, y pareciera igual a tu corazon.
Se me hace cada vez mas dificil poder alcansarte,
poder alcanzar tu pensamiento, poder alcazar tus sentimientos,
siento caer, caer despacio por el solitario precipicio de la autodestruccion.
Porque estoy tan pasmada, que ya mi cuerpo casi no funciona...

Y quizas, a todos ellos, que hoy me odiaron en vida,
mañana solo odiaran a una muerta.

No hay comentarios: