lunes, 27 de abril de 2009

Mi Ciudad


Hablando de un poco de claridad en estos tiempos oscuros mios.

No le habia tomado mucho tiempo antes, pero ayer en un dialogo forzado para conseguir cierto permiso, por medio de la recuperación, relaté ciertas imagenes que han estado presentes en mi desde ya hace un tiempo.

No se trata de nada real (ojala lo fuera), todo es parte del subconciente, de los sueños.

Se trata de una ciudad. No se su nombre, no se donde queda. Pero me encanta.
Pareciera no quedar tan lejos. Al menos cada vez que voy hacia ella me demoro supuestamente una hora. Claro que en los sueños, esa hora es solo segundos.

Pocas veces puedo saber cómo llego hacia ella. A veces solo tomo un camino directo y derrepente me encuentro en ella. Pero otras pareciera que la ciudad se encontrara en la altura, más alta que todas las otras ciudades, y habia que pasar por un puente que atraviesa el mar.

Esta ciudad en cuestion tiene como un cierto color blanco. Hay unos edificios estilo coloniales muy blancos, como si fueran nuevos. También hay edificios modernos, altos, muy altos. Siempre recuerdo que los miro y el sol me ciega los ojos. Pero esos rayos de sol no eran molestos, si no que eran suaves, como si tuvieran música en ellos. El ambiente es tan agradable. Las calles no estan llenas, ni vacias, como con la cantidad justa de personas.

Siempre miro desde mi auto las distintas tiendas que pasan a medida que avansamos con mi familia. Son tiendas unicas. Solo en aquella ciudad existen, y cada una tiene su encanto.

En el último sueño incluso entre en una de ellas. Vendian vestidos de novias, de fiesta, ropa elegante. La gente que atendia era una familia. Eran los padres y los hijos. Mi padre buscaba una corbata no se para qué. Era tan agradable estar en esa tienda, y en esas calles, y en cada rincón de esa ciudad.


Aquel lugar, es como una ciudad pura, recien hecha, con gente recien hecha también. No se por qué siempre mi estadia es tan corta cuando voy. Siempre vamos por un pequeño rato, y hacer unos tramites. Tramites que al final nunca se concretan y solo nos dedicamos a pasear por la ciudad.


Cada vez que voy la siento tan mia, como si la conociera de siempre.

Pero a fin de cuentas es un sueño.

No hay comentarios: