miércoles, 1 de julio de 2009

Como Siempre De Ti


Soñaba despierta, contigo por supuesto.
Por un momento yo estaba en tus brazos, otra vez.
Sentia tus manos rondar por mi cuerpo, y yo miraba tu rostro,
tratando de besarte, buscando alguna excusa.

Yo queria quedarme en tus ojos. Queria ser quizas absorvida por ellos,
para llegar a lo más profundo de ti.
Esos ojos amor mio. Esos ojos que tu tienes, pero soy yo lo que lo siento.
Atraviesan mi alma, de una forma tan poética.
Se siente casi que daña, porque en ellos veo reflejada,
aquella distancia tan repudiada, pero también aquella humanidad,
que hace que cada noche viaje hacia tu recuerdo.

Pero no solo soñaba con tus ojos.
Soñaba también con tus besos.
Nos imaginaba en cualquier lugar, pero besandonos.
Haciendo esos momentos eternos. Para mi eran eternos,
y era la primera vez que la eternidad me parecia amable.
Al final solo juntabamos nuestros labios, y nos quedabamos ahí,
esperando nada, no queriendo nada más que estar juntos.

Pero amor era un sueño,
y la realidad pega, como nunca antes, su cruel bofetada.

1 comentario:

Santi dijo...

Interesantes reflexiones; no sé, a mí la eternidad nunca me ha parecido agradable, ni deseables; de hecho, hace no demasiado tiempo, me parecía una condena... ¿Has visto princesas..? Bueno, yo tampoco:), pero me leí el guión y, bueno, la protagonista, que entre otras cosas se prostituye dice: "lo que yo temo no es morir sino que halla otra vida, y sea igual a ésta"...

¿Ves?, por pensamientos como esos existen los dulces, las galletas, sin duda :)

Abrazos con púas en los pelos