
Como soy reina y fui mendiga, 
ahora vivo en puro temblor de que me dejes, 
y te pregunto, pálida, a cada hora: 
«¿Estás conmigo aún? ¡Ay, no te alejes!» 
Quisiera hacer las marchas sonriendo
y confiando ahora que has venido; 
pero hasta en el dormir estoy temiendo 
y pregunto entre sueños: «¿No te has ido?».
Gabriela Mistral
No hay comentarios:
Publicar un comentario